En la comarca del Vallés Occidental, a 20 kilómetros de Barcelona, se halla Rubí, una ciudad de casi 75.000 habitantes y orígenes íberos, con enorme influencia posterior de los romanos. Aunque su trajín diario está marcado por la actividad comercial, en ella se puede disfrutar también de un ambiente acogedor y distendido.
El principal monumento de la localidad es el Castillo de Rubí, una construcción de tres cuerpos declarada Bien de Interés Cultural que hoy en día acoge una atractiva muestra sobre la historia de Rubí. El Celler Cooperatiu es una curiosa bodega de estilo modernista, conocida con cariño como ‘catedral del vino’. Rehabilitada en 2007, una visita por ella es también un recorrido por la tradición agraria de la zona.
La Iglesia de San Pedro, el Yacimiento Romano de Ca n'Oriol y el Parque de los Pinos (Ca n'Oriol) componen un conjunto que merece la pena visitar sin prisa, al igual que las construcciones y viviendas que se encuentran a lo largo de la calle Chile. La vida cultural es intensa en la villa, en la que se desarrolla una completa agenda de actividades, tanto en su Museo Municipal como en la Biblioteca Mestre Martí Tauler y en el Celler Cooperatiu.
La Fiesta Grande honra a San Pedro, patrón de la ciudad, y cuenta con tanto seguimiento año a año como la Fiesta Mayor de San Roque. También las Fiestas de la Calle Sant Jaume llenan de colorido buena parte de la ciudad.
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