Enclavada entre los Pirineos y el Mediterráneo, Girona es la capital de la provincia del mismo nombre que ocupa la denominada Costa Brava, en la esquina nordeste del mapa de la Península. La que los romanos denominaron ‘Gerunda’ es una ciudad que se puede abordar a pie gracias a la tranquilidad de su centro histórico. Tanto en él como en el resto de la ciudad se puede disfrutar de numerosos monumentos y museos.
Los amantes del patrimonio tienen cita obligada con la Catedral de Santa María, en la que se encuentran románico, gótico y barroco. Su nave, gótica, es la segunda más ancha después de la Basílica de San Pedro. En el centro histórico se hayan el monasterio de San Pedro de Galligants, románico, y la capilla de San Nicolás.
Las casas colgadas sobre el río Oñar son una de las imágenes identificativas de la ciudad. La Judería y los Baños Árabes son legado de la historia de una urbe en la que también tienen enorme relevancia el Puente de Piedra, el Puente de Gómez y el Puente de Hierro. El Teatro Municipal y el Museo de Arqueología son otros emblemas de Girona.
Las Ferias y Fiestas de San Narciso comparten protagonismo en el calendario con la Semana Santa y la más reciente ‘Gerona, Tiempo de Flores’. Lejos de la capital, el Parque Natural del Cap de Creus, las Illes Medes, Aiguamolls de l’Empordà y calas como Cadaqués, Begur y Palafrugell son de recomendable visita. Para acceder a todo ello es aconsejable reservar un coche de alquiler.
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